QUERER ES HACER
Saludos desde la perla de China, ¡Shanghái!
Luego de una larga preparación y de un buen par de horas de viaje, me encuentro en China, un país absolutamente increíble, repleto de un sin número de atracciones y rico en cultura y tradición.
Ante mi visita a este gran país, un número importante de amigos, clientes y conocidos me han hecho llegar algunos comentarios e impresiones que considero interesante compartir ya que han sido fuente de inspiración para nuestra columna de esta semana: “¿…Queeeé….Chinaaaa?, siempre he querido ir… pero me parece inalcanzable…”, “… lejísimo…entiendo que uno no puede hablar con nadie, la comida es horrible y todo el mundo se enferma…”, “…eso debe costar demasiado pero ¿valdrá la pena?… “,”…espero algún día poder ir….”, “…está en mi lista de pendientes, pero con tanto stress, el trabajo, la familia y demás creo que será imposible…”.
Podría seguir enumerando una docena de comentarios adicionales, pero con éstos es suficiente para ilustrar lo que quiero transmitirles: ¡Querer es…hacer! Ni una palabra más, ni una palabra menos. Si Ud. quiere llenar su vida de metas distantes, complicadas e inalcanzables pues simplemente ¡así será! Por el contrario, si confía en su capacidad de ejecución y en su poder para poder lograr las cosas, pues también ¡así será!
Siempre pensé que llegar hasta este milenario destino sería imposible, y muchas de las frases señaladas líneas arriba, también pasaron por mi cabeza, sin embargo, hoy puedo confirmarles que tal vez la única (frase) con cierto grado de veracidad es que China está algo lejos para los occidentales. Para los otros comentarios y afirmaciones mi respuesta será siempre la misma: ¡Querer es…hacer! Con seguridad se estará preguntando por qué he modificado la tan conocida frase “Querer es poder” y ciertamente no es que la haya cambiado, ni que la misma pierda validez, sin embargo, considero más fuerte y contundente la primera ya que termina en la “acción” (hacer), no en la “posibilidad” (poder).
Basta con visitar un par de días esta ciudad para percatarse de que Shanghái es muestra clara de lo que se puede lograr cuando el “Querer es…hacer” se combina con una extraordinaria dosis de planificación. La misma receta puede ser aplicada por Ud. hoy mismo. Esta joven metrópoli de apenas 20 años, ostenta el cargo de capital financiera de la República Popular de China y además de su extraordinaria belleza actual, tal vez lo más impresionante es lo que se vislumbra a futuro.
¿Qué hacían los chinos en silencio y discretamente mientras otros países financiaban guerras inútiles y corrupción enfermiza? La respuesta es sencilla: trabajaban muy callados en un gran proyecto que hoy es toda una realidad: una ciudad de vanguardia que muestra un balance extraordinario entre el desarrollo y la naturaleza, perfectamente señalizada y con un impecable sistema de comunicación masiva, selectiva, aérea y multimodal. Una conciencia general de atención y servicio envidiables y sobre todo un espíritu de pujanza que hace que hasta los menos esforzados coloquen su grano de arena en este gran proyecto.
Al igual que los chinos, y a título muy personal, creo que si pensamos en imposibles nuestro cerebro registrará inevitablemente impulsos de negatividad que reducirán enormemente su capacidad para lograr las cosas. Piénselo, visualícelo, ¡hágalo! ¡Esa es la receta! Y para ilustrarlo con el ejemplo hagamos juntos un breve ejercicio de tres pasos:
- Piense en una meta o algún pendiente que quiera lograr hoy.
- Identifique 3 acciones que dependan enteramente de Ud. para lograr esta meta.
- Asigne en su calendario de hoy un mínimo de 45 minutos dedicados exclusivamente a esta tarea, no deje que nadie lo desenfoque ni interrumpa su norte.
Al final del día verá los resultados y si le funciona, escríbame de vuelta y cuénteme qué logró. Le puedo recomendar también la aplicación de otros ingredientes: planificación, disciplina y visión que son elementos que nuestros hermanos asiáticos aplican con maestría indiscutible y de los cuales estaremos escribiendo durante las próximas semanas.
Reciba esta columna afectuosamente y hágame caso: ¡Querer es… hacer! y si verdaderamente Ud. cuenta con el plan correcto, hace las cosas correctas en el momento correcto no me cabe la menor duda de que logrará cualquier meta a la que tenga que enfrentarse. No lo dude más y vuélvase como China: ¡Piénselo, visualícelo y hágalo! ¡Le aseguro éxito absoluto!
不久,看你7天… (Hasta pronto).
Luego de una larga preparación y de un buen par de horas de viaje, me encuentro en China, un país absolutamente increíble, repleto de un sin número de atracciones y rico en cultura y tradición.
Ante mi visita a este gran país, un número importante de amigos, clientes y conocidos me han hecho llegar algunos comentarios e impresiones que considero interesante compartir ya que han sido fuente de inspiración para nuestra columna de esta semana: “¿…Queeeé….Chinaaaa?, siempre he querido ir… pero me parece inalcanzable…”, “… lejísimo…entiendo que uno no puede hablar con nadie, la comida es horrible y todo el mundo se enferma…”, “…eso debe costar demasiado pero ¿valdrá la pena?… “,”…espero algún día poder ir….”, “…está en mi lista de pendientes, pero con tanto stress, el trabajo, la familia y demás creo que será imposible…”.
Podría seguir enumerando una docena de comentarios adicionales, pero con éstos es suficiente para ilustrar lo que quiero transmitirles: ¡Querer es…hacer! Ni una palabra más, ni una palabra menos. Si Ud. quiere llenar su vida de metas distantes, complicadas e inalcanzables pues simplemente ¡así será! Por el contrario, si confía en su capacidad de ejecución y en su poder para poder lograr las cosas, pues también ¡así será!
Siempre pensé que llegar hasta este milenario destino sería imposible, y muchas de las frases señaladas líneas arriba, también pasaron por mi cabeza, sin embargo, hoy puedo confirmarles que tal vez la única (frase) con cierto grado de veracidad es que China está algo lejos para los occidentales. Para los otros comentarios y afirmaciones mi respuesta será siempre la misma: ¡Querer es…hacer! Con seguridad se estará preguntando por qué he modificado la tan conocida frase “Querer es poder” y ciertamente no es que la haya cambiado, ni que la misma pierda validez, sin embargo, considero más fuerte y contundente la primera ya que termina en la “acción” (hacer), no en la “posibilidad” (poder).
Basta con visitar un par de días esta ciudad para percatarse de que Shanghái es muestra clara de lo que se puede lograr cuando el “Querer es…hacer” se combina con una extraordinaria dosis de planificación. La misma receta puede ser aplicada por Ud. hoy mismo. Esta joven metrópoli de apenas 20 años, ostenta el cargo de capital financiera de la República Popular de China y además de su extraordinaria belleza actual, tal vez lo más impresionante es lo que se vislumbra a futuro.
¿Qué hacían los chinos en silencio y discretamente mientras otros países financiaban guerras inútiles y corrupción enfermiza? La respuesta es sencilla: trabajaban muy callados en un gran proyecto que hoy es toda una realidad: una ciudad de vanguardia que muestra un balance extraordinario entre el desarrollo y la naturaleza, perfectamente señalizada y con un impecable sistema de comunicación masiva, selectiva, aérea y multimodal. Una conciencia general de atención y servicio envidiables y sobre todo un espíritu de pujanza que hace que hasta los menos esforzados coloquen su grano de arena en este gran proyecto.
Al igual que los chinos, y a título muy personal, creo que si pensamos en imposibles nuestro cerebro registrará inevitablemente impulsos de negatividad que reducirán enormemente su capacidad para lograr las cosas. Piénselo, visualícelo, ¡hágalo! ¡Esa es la receta! Y para ilustrarlo con el ejemplo hagamos juntos un breve ejercicio de tres pasos:
- Piense en una meta o algún pendiente que quiera lograr hoy.
- Identifique 3 acciones que dependan enteramente de Ud. para lograr esta meta.
- Asigne en su calendario de hoy un mínimo de 45 minutos dedicados exclusivamente a esta tarea, no deje que nadie lo desenfoque ni interrumpa su norte.
Al final del día verá los resultados y si le funciona, escríbame de vuelta y cuénteme qué logró. Le puedo recomendar también la aplicación de otros ingredientes: planificación, disciplina y visión que son elementos que nuestros hermanos asiáticos aplican con maestría indiscutible y de los cuales estaremos escribiendo durante las próximas semanas.
Reciba esta columna afectuosamente y hágame caso: ¡Querer es… hacer! y si verdaderamente Ud. cuenta con el plan correcto, hace las cosas correctas en el momento correcto no me cabe la menor duda de que logrará cualquier meta a la que tenga que enfrentarse. No lo dude más y vuélvase como China: ¡Piénselo, visualícelo y hágalo! ¡Le aseguro éxito absoluto!
不久,看你7天… (Hasta pronto).